Hay un día en la historia
escrito para él y para mí.
No sé dónde nace,
por dónde va,
dónde descansa,
o en qué encrucijada
topa su camino.
.
Sé que huele a nuestra piel.
Que está escrito en mármol
con su nombre y el mío.
Que trae en sus manos
a puños abiertos
flores de azafrán y lavanda,
que como besos vuelen,
nos cubran,
perfumen nuestro lecho
y aromaticen las caricias
que traigo para darle.
.
Hay un día
guardado por allí, estoy segura,
en un cofre bajo llave.
En toda certeza creo
que existe un día,
un día mágico
encerrado en alguna parte,
que vive, respira y busca libertad
para encontrarnos.
.
Ese día, lo sé,
un día cualquiera se desata
para escribir en nuestra piel
un poema sin edades,
ni tiempos que perezcan…
Espérame amor mío,
voy en su búsqueda
por los siete mares.
Acaricias mis ojos
desde los tuyos,
de montañas boscosas,
de cabañas humeantes,
de tormentosos mares.
.
Y se agolpan los sentidos
en esta sangre que me hierve,
desde tus rincones,
desde las distancias tan tuyas
y tan mías,
que se disuelven en la nada,
sin barreras tú y yo
que puedan contenernos.
.
Y tus dedos cantan
melodiosas armonías,
mientras profundizan,
incitando febrilmente
entre penumbra y media luz,
de mágicos rayos de luna
preparando albos caminos,
del preludio por venir.
.
Y el jadeo de tu aliento
me envuelve incontenible,
me mueve locuras,
se enreda a mis muslos,
e inventa nuevas caricias.
Y me abrazo a tus piernas
en ferviente adoración
de tus santuarios
hasta el rocío de la madrugada.
Aniversario
en marzo, les cuento del
Poema… cantos!
..
Guiños de versos,
Aguas en Tus Poesías,
ritmos y rimas.
..
Uso y olé:
los Poemas que queráis,
os escribiré.
..
A las estrofas;
A tus cuidados; A la
Poeta Safo!
Cierra por favor
tus faroles de ojos
que me encandilan…
.
Más bien amor mío,
a tientas de respiración
encuentra diligentemente
mis puntos estratégicos.
.
Mírame con tus manos…
tus yemas guiarán el rumbo sin error, sabes,
pareciera que tienen olfato para hallar las cosas de vital importancia.
.
Camíname lento por el entremés,
luego apúrame con gran apetito,
dientes voraces a la cena,
que te espera opíparo plato fuerte.
.
Corre lobo desbocado,
hijo de la luna al postre…
bebe tu vino de mi copa
que revienta con sabores celestiales
de prehistóricos viñedos.
.
Yo iré con labios rebosantes
de húmedos rezos
en la romería más devota
a buscar la estatua de tu santo,
para venerarlo de rodillas
y por el alimento darle las gracias.
Hoy te digo adiós,
no sin antes regar el suelo
con una lágrima.
.
Truncado amor,
mocho,
caído,
ramas mutiladas por un rayo.
.
Te digo adiós sin arrepentimientos,
sin reproches.
No insensatez, no digas eso.
No se llama así,
las ruedas del engranaje
venían ya crujiendo.
.
Sabes,
las cosas enmohecen
si las moja constante la lluvia.
.
Nos dimos tan poco esfuerzo,
sabor agrio.
¿Me tuviste?
¿Te tuve?
No…
éramos puñado de viento.
.
No se llama tú, ni se llama yo.
La cuenta estaba a nombre de ambos…
de mi parte, declaro bancarrota.
.
Decir más es inútil,
ahoguemos el tiempo
con inerte indiferencia.
No me odies,
no te odio
hoy solamente te digo
hasta nunca.
Y estos brazos que se secan
como se ha alistado el leño
para irse a tornar
ceniza de un rescoldo.
…
Brazos que apegan
a la figura fantasmal del aire
en su suave silbido,
cuando tranquilo pasa
por el cuerpo
y lo besa pidiéndole calor.
…
Y ésta boca que se deshace
al veneno de sus propios besos,
ósculos abandonados
que gritan quimeras
y en solitario desdén
voluntarios se ahorcan.
…
Suicidio de una piel,
que no volvió a encontrar
en ninguna parte su acomodo.