Traigo el alma rebosante de cansancio
de transitar entre las piedras
de ríos peligrosos
y sus rápidos profundos.
De correr a mil,
flotando desiertos
de incorregibles corrientes.
…
Traigo el alma
más vieja que mis años
tumbada y agonizante en el suelo.
…
Antes de venir a mí
anduvo vagabunda por el cosmos
en sus solitarias callejas
vacías de almas,
es decir,
ningún alma otra que la suya.
…
Callejones de prueba,
llenos de fantasmas rabiosos,
disfrazados de perros,
mordiendo su Talón de Aquiles
…
Antes de habitarme,
se probó brincando cercos,
salteando zigzags entre vallas
y muros insalvables.
…
Ahora,
a rastras el cansancio,
en esfuerzo descomunal,
la observo a veces,
buscando,
dónde recostar su cabeza
y en un murmullo suave me dice
-déjame descansar un poco-
¿Me das un vaso de agua?
Te asomas
y el alféizar está lleno de espinas
azules casi transparentes
afiladas de frío
hacen de los días vividos
casi peces
entre los dedos
Hay fósiles de voces
en las charcas heladas
Pasan trenes como ayer
cargados con sus noches
Los pájaros siguen cayendo
desde las ramas más altas
sustituyendo a las hojas muertas
Hay risas usadas como en el viejo año
y guerras del trinque en las Grandes Superficies
La Miserable Abundancia sigue al alza
y la tristeza no interesa a los Laboratorios
pero si la Depresión
un Gran Negocio Postmoderno
con sus Crisis de Alto Rendimiento
Y se anuncian grandes cambios climáticos
como signo del avance de las ciencias
Sin embargo adoras
cada amanecer huérfano de años
esa Perspectiva
cosiendo tu mirada
a las costuras de la otra orilla
Y a pesar de ello
todo se empoza
Los niños y las niñas vuelven a desfilar por separado
y en las escuelas
por sexos
como los animales troquelados
en las Granjas Ejemplares
Te asomas
y se te cae el alma
al cielo
tan lleno de peces muertos
como cuando murio mama
Qué le vamos hacer?
Año nuevo vida nueva
para el que tenga poder adquisitivo
No seas tonto
hasta la Nada se puede comprar a plazos
menos la felicidad
de los peces
en el agua
cuando había agua y peces
y no este cielo con boina
tan metálico…
Menos mal que aún nos queda
el Año Nuevo Chino
y nos trae un cerdo
fiel en la amistad
elegante
perfeccionista
trabajador
tolerante
amable
generoso
y tan apasionado
como papa
…
Cierra la ventana
por favor
y escribe
el poema que
rima
con
Tiempo
ese
Espacio
donde los años no cuentan
como los peces sin espinas
Y el Naufragio
es el único camino
hacia la Isla del Tesoro.
Ganas que tengo!
Ganas de hacer el amor!
besando tus besos
acariciar tu cuerpo
contorneado por tu sexo
mientras te apreto contra mi pecho
Ganas que tengo!
Voy andando sin rumbo fijo.
De mirada cabizbaja,
o con la frente en alto a veces,
igual, eso no cambia nada.
…
No sé a dónde me llevan mis pasos
pero tengo la ligera sospecha
ellos no lo saben tampoco,
los siento tentando el camino.
…
Sí sé una cosa segura.
Que me siento presa.
Que están atadas mis alas
y no puedo emprender el vuelo.
…
Me cansa esta celda ¿sabes?
¿A dónde quieres ir alma mía?
¿No ves que todo está oscuro
y puedes tropezar?
…
Quédate en silencio esta noche.
Estate tranquila.
Acurrúcate conmigo
hasta que amanezca.
Hacía varios años luz
que aquellos sueños
se columpiaban
como castañuelas alegres,
pero estaban enmohecidos,
realmente, de tanto soñar.
…
Adentro de las maracas
se volvían melodiosos,
agradables,
acordes,
fulgurantes con luces neón
y danzaban entre ellos.
…
Y brillaban sin que nadie los viera,
pero eran sólo magia,
viva ilusión,
porque al salir al oxígeno
se despintaban,
se tornaban ceniza,
se desconocían a sí mismos.
…
Y aun viéndose al espejo
sabían que eran fantasmales,
como aguas rescindidas
de ancestros lagos,
donde su suelo era ahora
como mosaicos de lodo seco.
…
Y rodaban los años como ríos,
se trepaban en los huesos,
en la espalda,
los ojos,
el pelo
y ofuscaban la mente
y la hacían turbia.
…
Y habían titilantes estrellas
que brillaban por doquier en la oscuridad,
pero los sueños eran ceniza,
ya no revivían
ni poniéndolos en sus maracas,
eran fantasmales,
estaban sordos, mudos y ciegos.
Ganas que tengo!
de subir recorriendo
todos tus pensamientos.
Huelo tu piel y… absorbemos
el sudor de nuestro amor.
Entro a tu alma,
con el encanto de tus palabras,
miradas, sentimientos…
y mis latidos contigo, que dice:
Ganas que tengo!