Vacío latente con un remolino de nostalgias.
Estable e insostenible, que sujeta la esperanza y la pesadumbre.
Monotonía insoportable, pero amada…
Una luz recordada cada alba con menos rostro, deformable.
Un yo vulnerable, sin escudero ni armadura.
Solitaria luchadora, mis manos arden sin guantes protectores.
Un brillo en mis ojos evitan un apagón.
Retengo lo que en apariencia no se aleja. Exhausta.
Siempre me recuerdo que no será mi última bocanada de aire.
Trapecista profesional que niega la jubilación…
Yo elegí quedarme a desgarrar mi alma, y este es mi precio.
Agujas sobre figuras tendidas
al sol, la luna y el viento
y sus manos alejadas cubrían su cara
con blancas nubes
donde despidió sus relaciones vecinales
ad eternum…
Malherido y somnoliento
el escritor pausó su camino,
cansado y polvoriento
sus letras se consumieron.
…
Callado alcanzó la cima
un tanto dulce,
un tanto amarga,
un tanto…
…
Entre verdes conchas
el ñeco y el pasado
quiso darle el último beso
pero ahora…
Sollozos cada segundo
y sobre ellos, mares de lagrimas
océanos que caminan
en un frasco de agua.
…
Conseguiste tu alma
atrapada en un universo de fluidos,
mientras nudos negros al olvido
sellaron tus labios,
tan solo un recuerdo,
nada más.
…
Y sobre un torrente
te deslizaste, caíste
y burbujas de espuma
te acunaron una cama
llamada “Red Carpet”.
Tú aún no lo sabes, pero yo soy quien bombea en tu pecho.
Yo soy esa silueta de ensueño que se torna borrosa en tus despertares,
y por la que pagarías por una mayor nitidez.
Hemos bailado en labios millones de veces, y seguimos sin vernos.
Tú aún no lo sabes, pero vivimos el preludio de nuestra historia.
He enjugado lágrimas por ti, que algún día remendarás.
No cesas en buscarme, cuando estoy frente a frente de tu ser.
Nos hemos sonreído en nuestros sueños millones de veces,
y seguimos sin vernos.
Tú aún no lo sabes, pero estás enamorada de mi.
Despliega tus párpados, te espero en el mañana.
Confieso haber silenciado la ternura,
envoltura de labios sellados, ahora olvido
y me escapas, te ausentas
no me hablas, no me miras
te marchas, me duele
en ella ya no tengo cabida
mientras el cielo se tumba.
A escasos metros no paro de repetirlo,
te quiero y te quise.