Así me desgañité de pensar,
habiendo hecho las ilusiones
vanamente en aquél entonces.
Aquél entonces, sí,
de tiempos desfondados y en bruto,
donde pensé, que todo aquello
tenía una razón plausible,
un futuro, una esperanza ciega
o si al menos,
un deshilacho de posibilidad.
…
Pero no,
yo siempre lo supe,
que era en vano,
más bien,
una idea en descabello,
destartalada e ilusa.
…
Porque, fíjate bien,
que ésta vida con sus menesteres,
podrá ser un cierto
de locos desatinos,
y damos algún tumbo
por aquí y por allá
pero no es estúpida.
…
¿Cuál fue entonces
el motivo que me aposté
en mi obstinado macho
y me fui aventando
en carrera desbocada
sin frenos, ni rienda?
…
Y fui a tropezones de hocico
levantando el polvo de entre las piedras
abriéndome brecha lado a lado,
largo y ancho,
al chasquido tronador y crepuscular
de fauces descomunales,
tan serpentinas,
encrestadas y herrumbrosas
que me latigueaban
hasta macerarme.
…
Y ahora que lo pienso
dudo si tuve pizca de cordura,
creyéndome infalible en el tiempo.
…
Inútilmente, digo, porque al final
opté por abandonar la añoranza desnuda
y cualquier sentimiento rezagado,
contigo y para ti,
y con libertad desates
el listón de otros cabellos.
…
Por cierto, así es.
A veces no se llega
a buen estado de cuenta
por más que se esfuerce.
…
Hasta que aprenda y mientras tanto
seguiré haciendo surcos en la tierra,
recorriendo el camino,
tropezando
y levantándome mil veces.
Ta mal del lote,
volcán de fuego, feo
que es tu juego.
…
Importante el
tamaño daño que has
canalizado.
…
Apagado en
mi PRIDE 18 tronado
y acabado.
Led Arco Iris
tierra, metal, aire y
todo el fuego.
…
En paralelo,
todas las galaxias, y
hondas del cielo.
…
Despierta nuevo
relámpago del agua,
ULTRAVIOLETA.
Yo hablo a los trastornos
de tus voraces secretos
en voz melodiosa y bajita
que tan sólo mis musas escuchen
y que vuelquen mis lamentos para ti
en un poema exacto y preciso
oriundo de mis ninfas tortuosas
enredadas en nudos de plata y oro
y te desnuden mi alma gota a gota.
…
Yo hablo en un susurro a tus ojos
y que ellos lo conviertan luego
en un suspiro tan profundo
como los abrojos que me acechan,
me acorralan,
me atrapan
y me atan a tu aljaba.
Yo amor,
quiero acurrucarme allí
en tus recónditas caricias
hasta que brote de nosotros
luz en manantiales.
Pero estuvimos de paso
en incansable vuelo diez años.
Y nos consumió en su tumba
aquél abismo indómito
que escupía necedades
y regurgitaciones de vacíos,
soledades
y distancias.
…
¡Y fue tu claustro más que amado!
Tu prohibido e inconfesable amor
de aquél enfurecido ayer
lo que trastornó al mío
desatándome las tempestades
ebria y enloquecida.
…
Y moríamos juntos
y moríamos aparte
y morimos de ahogos
y estertores
y sequedales
y parajes sin cantos
ni diluvios
ni brochas y paletas
que pintaran en óleos
sus aves de colores.
…
Yo te pronuncio infalible
en el cortejo de la vida
corriendo los andamios insufribles
en todos mis corredizos
anochecidos
y deslumbrados
y te denuncio ante el mundo
como la singular partícula del universo
que jamás antes de ti,
o después,
se cruzara ante mis ojos.
…
Yo amor mío,
príncipe de mi hambre
y autor de mi sed sin calma,
hacedor de mis orgasmos al galope,
carcelero de mis sueños,
inequívoco redil de mis deseos…
yo te acuso de enamorarme.
…
Mas…
yo también,
encima de mis hombros cargo culpa,
porque nadie cae al fondo
si no anda con la guardia desarmada
y el descuido a flor de piel.
…
Y al final de todo,
sin pretextos,
sin rodeos,
sin excusas,
es que yo te buscaba…
buscaba mi destino sin saberlo.
…
Yo me acuso a mí misma sí…
y no me arrepiento sin embargo,
porque nos vivimos de lleno
y nos bebimos juntos
hasta rompérsenos la copa.
Tinta del vino
cobrizo, dorado es
todo tu sexo.
…
Osmosis en Tu
paladar con el mío
fragante sabor.
…
Miércoles es la
cintura ésta, nuestra
larga semana.
…
Baby durmamos,
luego de bien amarnos,
en tus veranos.
…
Obtuve de tus
pechos, probada tensión
y excitación.
…
Ya casi estoy
corriéndome. Corre con
toda mi pasión.